Adolfo de Jesus Constanzo

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Adolfo de Jesus Constanzo 1 de noviembre 1962 - 6 de mayo 1989 Fue un asesino serial, su sobrenombre fue el de "El padrino de Matamoros"

Vida temprana

Constanzo nació en Miami Florida, Estados Unidos. Su madre, Delia Aurora Gonzales del valle fue una inmigrante cubana viuda. Tuvo a Adolfo a la edad de 15 años, y tendría eventualmente tres hijos de diferente padre en total. Ella emigró a San Juan, Puerto Rico, después de que su primer esposo muriera, y volvió a casarse Ahí. Constanzo fue bautizado Católico y sirvió como Monaguillo, pero también fue influenciado por su madre en el culto denominado Palo Mayombe. La familia regresó a Miami en 1972, y su padrastro murió al poco tiempo dejando a la familia con algo de dinero. Su madre pronto volvió a casarse, y su nuevo padrastro se vió involucrado en el ocultismo y el trafico de drogas.

Ambos Constanzo y su madre fuero arrestados numerosas veces por crimenes menores como robo, vandalismo, y "farderismo"(robo a comercios, ocultando mercancias entre sus vestimentas). Se graduó en la secundaria, pero fue expulsado del bachillerato. Su madre creía que él tenía habilidades psíquicas por supuestamente haber predecido el atentado de asesinato de Ronald Reagan.

Ya adolescente se hizo amigo de un sacerdote del rito Palo mayombe, quien le enseñó las habilidades necesarias para ser un narcotraficante y estafador para una carrera "encaminada hacia la Maldad".

Madurez

Constanzo visitó la Ciudad de Mexico, subsistiendo como lector de cartas de tarot. Ahí reclutó a dos jovenes: Martin Quintana Ramirez y Omar Orea Ochoa para que fungieran como sus sirvientes, amantes y discípulos. constanzo regresó a Miami por un espacio de tiempo corto, pero regresó nuevamente a México a mediados de 1984. Sobre los siguientes años se convertiría en el lider de un culto hecho y derecho que tenía a jefes narcos, músicos, e incluso oficiales de policía bajo su mando. El culto establecido en Matamoros en la región fronteriza de México, vendía drogas, desplegaba ceremonias ocultas y para fines de 1987 secuestraba y asesinaba personas para usarlos en sacrificio humano. Estas victimas cayeron junto con los rivales del culto y de las drogas.

Cuando un turista americano de 21 años de edad y de nombre Mark Kilroy, desapareció en Matamoros durante unas vacaciones de primavera en 1989, la policia local enfrentó la presión de las autoridades de Texas y se dio a la tarea de investigar su paradero. Pronto descubrieron el culto de Constanzo por accidente (bajo circunstancias innarrables en una investigación contra el tráfico de drogas) y después de arrestar a miembros de su secta, rapidamente descubrieron que ellos eran responsables del asesinato de Kilroy. Más y más miembros del culto de Constanzo fueron detenidos, hasta que en mayo 6 del mismo año, lo acorralaron a él y a cuatro de sus seguidores, dos de ellos eran también sus amantes, en un costoso departamento de la Ciudad de México. Determinado a no ir a prisión Constanzo ordenó a sus seguidores a lanzar puñados de dolares para distraer a los policias, finalmente le ordenó a uno de ellos disparar contra él y a Quintana Rodriguez, afirmando que el resusitaría posteriormente. Cuando la policía consiguió llegar hasta donde estaban ellos Constanzo ya estaba muerto. Uno de sus discípulos de confianza de nombre Sara Maria Aldrete, fue arrestada al poco tiempo de la muerte de Adolfo, fue sentenciada a purgar una condena de 68 años de prisión por su participación en el culto y en los asesinatos previos.